rightSegundas hipotecas

El hecho de tomar una segunda hipoteca sobre la vivienda solía cargar con cierto estigma... era un signo de que uno estaba en problemas financieros. Sin embargo, hoy en día, la posibilidad de tomar dinero prestado usando la propiedad como respaldo se considera una de las principales ventajas de poseer una vivienda. Una segunda hipoteca es, esencialmente, un préstamo garantizado por su vivienda u otra propiedad sobre la que pesa una primera hipoteca. La segunda hipoteca le permite al propietario de la vivienda aprovechar su capital para pagar matrículas universitarias, hacer mejoras esenciales en el hogar, cancelar saldos de tarjetas de crédito o cumplir otras necesidades financieras apremiantes.

Dado que una segunda hipoteca representa un riesgo mayor, las condiciones del prestamista habitualmente son más estrictas, el período es más corto y la tasa de interés más alta que en la primera hipoteca. En caso de incumplimiento, la segunda hipoteca está subordinada a la primera.

Para poder acceder a una segunda hipoteca, su solvencia crediticia debe ser buena y usted debe estar en condiciones de documentar sus ingresos. Será necesaria una tasación de su vivienda para determinar el valor de mercado de la misma.

 

Por definición, una segunda hipoteca es cualquier préstamo que implica un segundo gravamen sobre la propiedad, pero generalmente hay dos opciones: un préstamo respaldado por el capital que el propietario posee en la vivienda (home equity loan, HEL) o una línea de crédito respaldada por el capital que el propietario posee en la vivienda (home equity line of credit, HELOC).

 

Ambas opciones combinan el primer préstamo y el segundo, por lo que su préstamo estará limitado a 75% u 80% del valor de tasación de la vivienda. Con un préstamo de este tipo, usted toma prestada una suma global que debe devolver mensualmente a lo largo de un período determinado, de manera muy similar a la de su primera hipoteca. Sin embargo, los costos de cierre (a menudo, entre 2% y 3% del monto del préstamo) frecuentemente son más altos que en la primera hipoteca, y la tasa (por lo común, fija) también es más alta.

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Una HELOC es una línea de crédito abierto vinculada a un monto de préstamo máximo basado en el capital que el propietario posee en la vivienda. La cuenta puede usarse por un período de tiempo determinado (5, 10 o incluso 20 años) en tanto haya fondos. Una vez que el período predeterminado haya transcurrido, usted deberá cancelar el préstamo, realizando pagos mensuales de capital e interés. En el caso de una línea de crédito respaldada por el capital que el propietario posee en la vivienda, la tasa de interés puede fluctuar de un mes a otro, lo que hace que esta opción sea atractiva cuando las tasas de interés son bajas, pero riesgosa cuando las tasas de interés aumentan.

 

Al decidir qué tipo de préstamo es más conveniente para usted, es importante tener en cuenta cómo usará el dinero y de qué manera tiene intenciones de cancelar el préstamo. ¿Necesita el dinero en una suma global o en forma intermitente a lo largo de varios meses o años? ¿Desea una tasa de interés fija para poder devolver el préstamo en cuotas mensuales precisas o preferiría tener la flexibilidad de hacer pagos por cualquier monto por encima del mínimo de intereses únicamente? En el mercado competitivo de hoy en día, hay muchas opciones disponibles. Lo ayudaré a encontrar el producto hipotecario adecuado según su estilo de vida y necesidades financieras.